Sacudón, economía del empobrecimiento.
La economía del país, está tan
paralizada que el “sacudón” prometido por el presidente Maduro no logró ni
siquiera sacudir el polvo que se ha depositado sobre el aparato productivo que
yace inerte y frío en todos los parques industriales y sobre la estructura
comercial de Venezuela.
Triste pero cierto, los venezolanos
estamos viviendo hoy la etapa de mayor crecimiento de la pobreza y destrucción
de la clase media que jamás haya ocurrido y que quizás hubiéramos siquiera
imaginado; desabastecimiento e inflación y se han convertido en términos de uso cotidiano
en las conversaciones que se desarrollan en las unidades de transporte público
y en las largas colas de personas que a diario se forman aquí y allá, tratando
de obtener los productos básicos para la alimentación como: leche, aceite,
harina de maíz, arroz, etc. así como los productos fundamentales de higiene
personal jabón, shampoo y hasta detergentes para lavar la ropa. De preocupación
es también la escasez de los insumos y materiales necesarios para el
tratamiento médico, donde la inexistencia en el país de estos rubros nos está
empujando a tratamientos médicos del siglo pasado y si consideramos el
resurgimiento de enfermedades antes controladas y la aparición de otras que no
habíamos conocido, el panorama es realmente aterrador.
Nuestro signo monetario nunca fue tan
débil como lo es hoy, la disparidad entre los tres tipos de cambio oficial de
divisas nunca fue tan aberrante y al incluir el reconocido mercado negro en la
comparación carece de sentido el valor de la moneda.
El discurso del gobierno nacional nos
presenta una realidad alterada, desconectada de la cotidianidad de los
ciudadanos que cada día vemos como la luz al final del túnel se hace más lejana
y débil.
No existe en estos momentos ninguna
empresa de análisis financiero o político que augure recuperación económica si
seguimos por este camino del despilfarro, del control de precios, del control
de cambios y del desmontaje del aparato productivo privado.
El venezolano se debate entre dos
realidades, la cotidianidad y la que describen los conductores del país, un
ejemplo es que unos vemos escasez de alimentos y el gobierno dice que ahora la
población consume más, si esto fuese así no hay dudad de la incapacidad demostrada
por el régimen comunista de promover el crecimiento de la producción de
alimentos en los últimos 15 años, la verdad ha sido que el programa de
expropiaciones de tierras productivas, el control en la distribución de
agroquímicos, el desconocimiento del crecimiento demográfico como factor de
aumento de la demanda y el permanente ataque al inversionista hace imposible
elevar la producción.
Este gobierno que solo le alcanza la
mirada para verse el ombligo, es incapaz de levantarla para mirar el horizonte,
la vanidad y la autosuficiencia humana de quienes nos dirigen nos va a llevar
directamente al abismo, para muestra podemos señalar la incongruencia de tener
como asesor a un elemento del jurásico político quien fuera consejero del Che
Guevara, como si no fuera suficiente ejemplo del fracaso del pensamiento
comunista, es la triste realidad que atraviesa el pueblo cubano, cuyos únicos
dos periodos de esplendor han sido mientras fueron financiados por el sistema
comunista soviético y posteriormente el régimen venezolano de la quinta
república, una nación que concibe su desarrollo de manera entrópica
desconociendo el entorno global en que nos desenvolvemos tiene como único
camino el aislamiento y el atraso económico y lo que es peor el atraso social.
La solución es un verdadero cambio de
visión y un verdadero sacudón político y económico, desmontando los controles, por esos objetivos debemos
trabajar, nunca estaremos lo suficientemente mal como para pensar que el pueblo
reaccionará, es más, mientras peor estemos menos importancia tendrá para la
gente lograr un cambio político, pues estaremos todos preocupados en satisfacer
nuestras necesidades inmediatas de subsistencia y pensar en el futuro se
convierte en un ejercicio fútil que carece de sentido ante la realidad presente
y futura.
Para que esta nave llamada Venezuela
cambie de verdad, se requiere de un cambio de timonel más que de un cambio de
timón, se requiere más de un cambio en la ruta que un cambio de tripulación,
los cambios que se han realizado en el gabinete ejecutivo en lo que se ha
llamado el “sacudón” claramente indican que el gobierno no tiene ninguna
intención de cambiar o redirigir la política económica, todo lo contrario,
vamos a un proceso de profundización del modelo comunista y mientras sigamos
por ese camino los únicos indicadores que crecerán serán el estancamiento del
crecimiento económico, la inflación y el desabastecimiento.
Producir más y producir mejor son las
claves para el desarrollo económico de un país, y eso solo es posible cuando se
brindan condiciones claras para el crecimiento de la inversión en el sector
privado, con la consecuente apertura económica al capital privado nacional y
extranjero, que hasta el momento son los que han demostrado activar el empleo y
el desarrollo del comercio y los servicios en todas las economías modernas y
exitosas.
Jesús Eduardo
Fernández I.
@JesusEduardoFI
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