viernes, 25 de julio de 2014

Discurso de orden, Ducentésimo Vigésimo Sexto aniversario del natalicio del General Santiago Mariño

Discurso de orden Pronunciado por el Dr. Jesús Eduardo Fernández Iglesias, en la sesión solemne del Concejo Municipal de Mariño, con motivo del Ducentésimo Vigésimo Sexto aniversario del natalicio del General Santiago Mariño, en la Plaza Bolívar de Porlamar el día 25 de julio de 2014.


Agradezco a Dios, artífice de todo, por permitirme hoy estar aquí con ustedes y en segundo término al Concejo Municipal de Mariño, el haberme honrado con tan alta distinción al nombrarme orador de orden en esta sesión solemne, que con motivo de la celebración del ducentésimo vigésimo sexto aniversario del natalicio del insigne margariteño, héroe de la gesta de independencia y epónimo de este municipio el Libertador de oriente, General Santiago Mariño.
Cito: “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va” Fin de la cita, Antoine de Saint Exupery
Hablar del General Santiago Mariño es un desafío, este joven de apenas 22 años de edad, 5 años más joven que el Libertador, tomando papel protagónico de primera fila en la lucha por la independencia, nos hace pensar en la efervescencia de sus ideas, en esa sensación de invencibilidad que tenemos cuando caminamos esa edad, amos de la razón y de nuestro futuro.
Demócrates, Filosofo griego, al respecto de la juventud llegó a decir: Cito “ Los jóvenes son como las plantas: por los primeros frutos se ve lo que podemos esperar para el porvenir” hoy en virtud de lo que nos señala la historia y como ejemplo, el joven Santiago Mariño, podemos decir que antes como ahora fueron y serán nuestros jóvenes y estudiantes quienes mantendrán vivo el espíritu de libertad y progreso de nuestra querida Venezuela.
Santiago Mariño Carige, hijo de Santiago Mariño de Acuña (Español) y de Atanacia Carige Fitzgerald, descendiente de irlandeses, nace el 25 de julio de 1788 en la población de El Valle del Espíritu Santo, a muy temprana edad la familia Mariño fija residencia en Trinidad, ya para ese entonces cedida por la corona española al imperio británico, allí recibe educación formal, que lo hace convertirse en un hombre de trato cordial, con dominio perfecto de sí mismo, modales elegantes y sólida cultura.


Nos canta Cheguaco en su libro El General Santiago Mariño en Decimas Populares, con motivo del bicentenario de su natalicio:
Mariño allá en Trinidad
Estudió filosofía
Y también mitología
Con mucha felicidad
Y si quieren más verdad
Estudió literatura
Nociones de agrimensura
Física, inglés y francés
Y para completar pues
Arte de milicia pura.

Durante los sucesos de 1810 el joven Santiago se encuentra en Cumaná, tomando posesión de de la herencia que ha dejado su padre, y puedo imaginar, en este momento, cómo es atraído de manera apasionada por los ideales de los maestros de la ilustración de la revolución Francesa, Roseau, Voltaire, Descartes,  inspiradores de la gesta emancipadora venezolana, los cuales el conocía muy bien, tras haber participado quien sabe cuántas veces, en las para ese entonces muy secretas reuniones de la Masonería en la que seguramente ya él se había iniciado en Trinidad.
Ya, al año siguiente, el Poder Ejecutivo de la provincia de Cumaná le encomienda una misión diplomática ante el gobernador de Trinidad que será el inicio de una serie de contactos que realizará para conseguir apoyo a la causa patriota contra el yugo español.
Dos años después, año 1812, bajo las órdenes del Coronel Manuel Villapol, fue a Guayana a atacar la insurrección en esta provincia, perdida la primera república y tras el incumplimiento de la Capitulación firmada entre el general patriota Francisco de Miranda y el Capitán de fragata realista Domingo de Monteverde y embargados sus bienes por la corona española, sale a refugiarse en el Islote de Chacachacare, hacienda cacaotera propiedad de su hermana Concepción Mariño, quien desde ese momento se convierte en la gran benefactora de la gesta independentista liderada por su hermano en la provincia de Cumaná.
Desde allí  convoca a 45 amigos patriotas que habían emigrado a trinidad, constituyó una junta en la cual se discutió y decidió una ofensiva para liberar al oriente de Venezuela de las manos españolas; a tal fin se redactó el documento conocido como Acta de Chacachacare el 11 de enero de 1813, firmada por Mariño y en la que sirvieron como secretarios: Francisco Azcue, José Francisco Bermúdez, Manuel Piar y Manuel Valdés donde juraron, poniendo a Dios por testigo y en cruz sus valerosas espadas, continuar la guerra hasta morir o vencer.
Con el grado de coronel, Mariño fue ratificado como jefe de la expedición, al día siguiente de la firma del acta, Mariño invadió el oriente venezolano donde condujo las operaciones militares que en el curso de 6 meses, dieron como resultado la liberación de las provincias de Barcelona y Cumaná. En febrero de 1814, acudió con su ejército en auxilio de Bolívar, quien operaba en el centro y occidente del país. En La Victoria, después de haber derrotado en Bocachica al jefe realista José Tomás Boves el 31 de marzo de 1814, se entrevistaron Mariño y Bolívar el 5 de abril, cabe destacar que ambos venían triunfantes de sus campañas, Bolívar de lo que se conoció como la campaña admirable y Mariño de liberar el oriente de la república, para discutir los planes que desarrollarían los ejércitos de occidente y oriente respectivamente, es un aspecto muy interesante de destacar que hasta este momento estos dos paladines de la libertad jamás se habían visto el rostro, solo se conocían por sus trayectorias como luchadores de una causa común, a partir de este momento, la unidad como valor principal para la consecución de las metas y el respeto de las diferencias, surgen como valores fundamentales sobre los que se sustenta lo que desde ese momento en adelante signaría una de las amistades más profundas entre dos seres humanos, que hasta el fin de sus días entendieron que lo sustancial es la confrontación de las ideas y no el atacar a las personas.
Traer hoy aquí la exaltación de la obra de estos grandes hombres, no tendría sentido si no viéramos en su ejemplo el preciado valor de la unidad, así como los líderes de los ejércitos de oriente y occidente lograron sentarse en una mesa a dialogar y a soñar con una patria libre, lo mismo esperamos hoy los venezolanos de nuestros líderes, que vuelvan a sentarse todos los sectores en una mesa recompuesta, renovada y fortalecida en el dialogo plural, teniendo un objetivo común, la construcción de una patria prospera y de progreso para todos, antes fueron los ejércitos ahora son los partidos los llamados a constituir esta nueva unidad, el tiempo se agota, el país se nos cae a pedazos, la gente está perdiendo la esperanza, … ¿que estamos esperando para reaccionar?
De acuerdo con esto, marcha Santiago Mariño el 16 de abril de 1814 hacia San Carlos contra el brigadier José Cevallos y en la sabana del Arao fue derrotado por el jefe realista. La acción siguiente fue la primera batalla de Carabobo el 28 de mayo del mismo año, en la que Bolívar y Santiago Mariño vencieron al mariscal de campo Juan Manuel Cajigal.
De Carabobo, Mariño se dirigió al sitio de La Puerta donde junto a la Bolívar hizo frente a José Tomás Boves el 15 de junio con saldo desfavorable para los republicanos, desde ese momento en lo adelante, una serie de derrotas darían al traste con la segunda república, a causa de estas, dan como consecuencia que  José Félix Ribas y Piar desconozcan su autoridad y este último los repele a cañonazos cuando éstos tratan de alcanzar la costa margariteña buscando asilo, de allí salen a Carúpano y ante la imposibilidad de desembarcar en su puerto, ambos Libertadores continúan su viaje hacia Cartagena ya independiente, de allí a Jamaica y Haití.
Con el grado de mayor general del Ejército Libertador, participó en la expedición de Los Cayos, comandada por Bolívar. Estas fuerzas arribaron a la isla de Margarita el 3 de mayo de 1816 siendo recibidos en Juan Griego por Juan Bautista Arismendi, quien los invita a trasladarse, junto con otros oficiales patriotas, a su cuartel general de la villa de Santa Ana del norte, donde el 6 de mayo una asamblea de notables proclamó a Bolívar como jefe supremo de la República y a Mariño su segundo, nuevamente aquí destaca la cercanía de Santiago Mariño a Simón Bolívar y la relevancia de su liderazgo al ser designado sucesor del mando, en una profunda demostración de respeto y amistad Bolívar escribe a Mariño en estos términos: cito: “mi querido compañero y amigo: estos títulos para mi corazón son los más caros, los más santos, han sido por mucho tiempo nuestro honor, nuestra garantía reciproca, usted a la cabeza de cuarenta amigos entró por el oriente al tiempo que yo por el occidente hacia otro tanto. Mutuamente nos ayudamos y por nuestros propios servicios nos elevamos a una igual dignidad, desde entonces fuimos compañeros, usted me auxilió con las tropas a su mando y yo le vi como el bienhechor de la patria. El infortunio no pudo romper los lazos de nuestra unión. Juntos arrastramos la tempestad de Carúpano, la de Cartagena y la de Güiria; en estas circunstancias hemos sido un modelo de amistad. Esta virtud de acompañarnos hasta el sepulcro, debe ser nuestra guía en nuestras vidas y nuestro epitafio en la muerte; que gloria será para ambos vernos rivales de la misma gloria y unidos por un mismo sentimiento”  fin de la cita. Estas líneas denotan el profundo respeto entre estos dos gigantes que lucharon juntos por la libertad y que a pesar de sus diferencias lograron encontrar el punto de encuentro para el bienestar de todos, era un equipo destinado a trabajar unido, dos energías que tiraban en la misma dirección y que Bolívar supo catalizar.
Santiago Mariño fue un ferviente convencido del sistema de gobierno descentralizado, esto lo llevó a convocar el Congreso de Cariaco el 8 de mayo de 1817, el cual decretó el restablecimiento del sistema federal para Venezuela, con un gobierno similar al que se había establecido en 1811, proyecto que sin embargo fracasó en poco tiempo, como dato curioso un decreto del 12 de febrero de 1817 de este congreso sigue vigente, el nombre de Estado Nueva Esparta a la provincia de Margarita, a manera de información me permito aclarar que, esta denominación sofrío algunos cambios dados por la distribución política territorial establecida en cada periodo, hasta que en 1909 pasa a llamarse nuevamente y de manera definitiva estado Nueva Esparta.
Su espíritu inquieto lo lleva a ser diputado en representación de la provincia de Cumaná en el segundo congreso de Venezuela reunido en Angostura el 15 de febrero de 1819 y de allí a Carabobo el 30 de mayo de 1821, durante la Campaña de Carabobo, el egregio oriental fue nombrado jefe del Estado Mayor General del Ejército Libertador, cargo con el cual combatió en la decisiva Batalla que sellaría nuestra independencia en Carabobo el 24 de junio de 1821.
Después de la victoria que sella la independencia Mariño ocupa dos importantes cargos, fue designado en Caracas presidente del Consejo de Guerra de Oficiales Generales y en 1826 el Congreso de Colombia lo designó con el importante cargo de Ministro Juez de la Alta Corte, función que no pudo ejercer al estallar en Venezuela en abril de ese año el movimiento de La Cosiata, en el que fue uno de los principales dirigentes junto a José Antonio Páez, este ilustre margariteño, fue uno de los artífices del movimiento que a fines de 1829 y comienzos de 1830, condujo a la restauración de la República de Venezuela, vemos aquí como nuevamente hay una perfecta defensa de sus principios, para él lo principal era terminar el dominio español y construir un sistema político de estado descentralizado donde el poder fuera lo más cercano al pueblo y no un gobierno centralizado, donde el ejercicio del poder estuviera alejado de la gente ajeno a la realidad social y política de cada región, otra vez aquí salta la llama del espíritu de Santiago Mariño y nos indica que un gobierno centralizado jamás estará cercano a las necesidades del pueblo y que la defensa de las ideas es lo importante, vemos como el General Mariño, a pesar de discrepar del proyecto político de Bolívar de la gran Colombia, jamás ataca al libertador, es un hombre inteligente, él solo confronta ideas y eso solo lo soporta la amistad, tener posiciones distintas no indica ser traidor, la diferencia entre un gobierno militar y un gobierno civil es que el primero impone y el segundo promueve el verdadero dialogo, el debate de ideas plurales.
El 20 de enero de 1830, el Congreso de Colombia reunido en Bogotá, nombró de su seno, una comisión presidida por el general Antonio José de Sucre, con el objetivo de tratar con los delegados de Venezuela el difícil tema de la disolución de la Gran Colombia. Por su parte, las autoridades venezolanas enviaron a Cúcuta una comisión cuyo presidente era el General Mariño, no habiendo llegado a un acuerdo, Venezuela se separa definitivamente de la gran Colombia.
En 1834, Santiago Mariño se presentó como candidato a la presidencia de la República, pero los escrutinios favorecieron a José María Vargas quien era partidario del ideario de José Antonio Páez, algunas de las decisiones tomadas durante este gobierno daban por el traste grandes conquistas obtenidas tras la independencia.
Santiago Mariño, llevado por su alto sentido de la amistad y lealtad a sus principios y aupado por el descontento de algunos jefes militares, encabeza un movimiento conocido posteriormente como la revolución de las reformas, los sublevados reivindicaban en primer lugar la reconstitución de la Gran Colombia y reformas políticas como la instauración del federalismo, establecer el fuero militar, la religión del Estado y reivindicar el nombre del Libertador Simón Bolívar,  esta insurrección fracasa y Mariño es desterrado,  por lo que comenzó un largo trajinar que lo llevó a Curazao, Jamaica, Haití y finalmente a La Nueva Granada.
En 1848 regresó a Venezuela, siendo nombrado casi de inmediato comandante general del Ejército organizado por el presidente de la República José Tadeo Monagas, para hacer frente al levantamiento en armas del General Páez.
En 1853 participa en la revolución de mayo contra José Gregorio Monagas,  fue un alzamiento militar sucedido y constituye la primera rebelión armada que logro derrocar un gobierno en la historia del país, Las principales causas del movimiento fueron los abusos políticos y problemas sociales acumulados. A esto hay que sumar el sectarismo político, la alta corrupción, el mal manejo de la Hacienda Pública y la falta de preocupación del gobierno central con las provincias. Las consecuencias fueron una violencia política extrema y gran caos social. 
Nuevamente la historia nos hace un llamado de atención, en esta oportunidad para poner ante nosotros que los ingredientes del caos están a la vista, que debemos dar pasos firmes hacia la reconciliación del los venezolanos y a promover sin cortapisas el cambio de este gobierno nacional, pero no solo cambiar de rostros, nó, sino un cambio profundo de la política económica que ha mostrado su fracaso, y la muestra es el empobrecimiento cada vez mayor de la familia Venezolana.
Nuevamente Santiago Mariño es muestra de la perseverancia y la fé en que es menester actuar para lograr el objetivo, que no son la retorica y la demagogia nuestras principales armas en la batalla que hoy libramos, que lo importante no es lograr posiciones de poder con el solo propósito de alimentar la vanidad, son los hechos concretos y nuestro ejemplo de vida los instrumentos para aglutinar a la gente en torno a nuestra causa, volteemos la mirada un instante y veamos como el populismo, la laxitud en el cumplimiento de la norma, la interpretación  a conveniencia de las leyes y el desequilibrio en la balanza de la justicia han llevado a nuestra Venezuela al caos y la pobreza, repito el objetivo no es cambiar el gobierno el objetivo es transformar la Nación.
Este ilustre Venezolano, Margariteño de nacimiento para orgullo nuestro, contrae nupcias en dos oportunidades, la primera a los 33 años de edad con la dama Valenciana María Teresa Malpica con quien procrea seis hijos de los cuales sobrevivieron dos, Eusebio y Santiago, Mariño queda viudo en 1832 y contrae nuevamente matrimonio durante su destierro después de la revolución de las reformas en Santa Marta, con la señorita Rafaela Linero Y Campos, de esa unión nacen tres hijos. Doña Rafaela muere en Caracas a los 95 años después de haber sobrevivido sesenta y cuatro a su marido.
Tras un decreto de Páez que permite el regreso de “todos los que se hallen fuera de la República por consecuencia de los trastornos políticos” regresa al país el General Santiago Mariño, nuevamente la historia nos da el ejemplo y marca el rumbo, para construir un país de libertades, desarrollo y progreso es indispensable el concurso de todos, es por eso que es menester trabajar y luchar hasta conseguir que tantos hombres y mujeres venezolanos que han sido empujados fuera de las fronteras regresen a la patria y los otros tantos lideres que hoy se encuentran privados de libertad por las artimañas de una justicia mal administrada, por el hecho de pensar distinto, regresen a la vida activa en pleno uso de sus libertades, la Unidad de Venezuela debe caminar siempre la senda de la reconciliación.
Desde su retorno a Venezuela, Mariño trabajó denodadamente por mantener el nuevo modelo de país, entendiendo que su llamado no podía ser otro que construir una paz permanente.
Muere en la Victoria el 4 de septiembre de 1854 a la edad de sesenta y seis años, la muy Respetable Gran Logia de la República de Venezuela le tributó honores fúnebres al Muy Ilustre Hermano General Santiago Mariño, Serenísimo Gran Maestro del Gran Oriente Nacional.
Sus restos reposan hoy en el Panteón Nacional, pero su espíritu inquebrantable sigue vivo hoy, aquí, entre nosotros, dando guía a nuestros pasos.
A la fecha el municipio Mariño arrastra una deuda con la memoria de nuestro epónimo, una plaza para honrar su memoria y en reconocimiento a su legado es una tarea que todos debemos poner empeño e invito a poner nuestro hombro hasta lograr hacer ese justo reconocimiento al Ilustre margariteño.
Como vemos Mariño era un hombre con sentimientos, pasiones e ideales semejantes a los de muchos de los que nos encontramos presente, su historia nos señala que lo importante es el objetivo claro y que la lucha permanente es interna contra nuestras pasiones, errar y rectificar es un proceso permanente, que algunas veces hay tropiezos, pero perseverar es primordial.
Cito: “En cualquier momento de decisión, lo mejor que puedes hacer es lo correcto, lo segundo mejor lo equivocado, y lo peor que puedes hacer es nada” Theodore Roosvelt.
Levantemos junto el estandarte de Mariño de Bolívar, de Francisco Esteban Gómez, de Juan Bautista Arismendi, Manuel Placido Maneiro, Concepción Mariño y tantos otros hombres y mujeres Margariteños que dieron todo de sí para lograr una patria de progreso, no permitamos que la patria se nos desmorone ante la anarquía y el desgobierno, tomemos las riendas de nuestro destino, reivindiquemos los nombres de los estudiantes caídos, de los presos políticos y de los perseguidos a causa de su pensamiento, veamos en las reuniones de Chacachacare, Santa Ana Del Norte, La Victoria la guía para lograr el objetivo, que nos es otro que una patria de Paz y Progreso.
Gracias.

 C.I. 9307179
@JesusEduardoFI

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