lunes, 29 de diciembre de 2014

Revoluciones construyen, Revoluciones destruyen

Revoluciones construyen, Revoluciones destruyen
Durante la segunda mitad del siglo XVIII, la humanidad experimentó de uno de los procesos de desarrollo más importantes jamás vividos, me refiero a la Revolución Industrial, durante este periodo la humanidad alcanzo los más importantes logros en cuanto a bienestar y calidad de vida , nunca pensados en tan corto periodo de tiempo, el desarrollo del transporte masivo de bienes y personas, la mecanización de la producción de bienes de consumo, el mayor progreso en la producción agrícola, se desarrollaron las vacunas más importantes que redujeron al mínimo, para ese entonces, la mortalidad infantil causada por epidemias “catastróficas”; en salubridad se alcanzaron grandes avances al desarrollarse los sistemas de alcantarillado, en fin, gracias a la Revolución Industrial el mundo logró dar un importante salto en la dirección que lo ha conducido al punto donde hoy se encuentra en lo relativo a desarrollo económico, científico y social.
En lo social, la Revolución Industrial, también introdujo grandes desigualdades, nacieron las clases sociales, agrupadas en torno al lugar que cada quien ocupaba en la cadena de producción, sin embargo durante la revolución y a consecuencia de esta, se lograron los más importantes avances en lo referente a legislación laboral y protección al trabajador y al trabajo.
Estos dos aspectos han permitido que la vida del ser humano tenga cada día más calidad y permite que tengamos cada día más tiempo libre para compartir con nuestra familias y mejores condiciones en lo que ha seguridad social se refiere.
Si tomamos los aspectos antes mencionados y miramos un globo terráqueo, nos damos cuenta inmediatamente que los países donde las sociedades han logrado alcanzar el mejor nivel de bienestar, han sido estos donde la producción de grandes volúmenes en bienes, la industrialización, el comercio y el transporte se han desarrollado de manera continua y progresiva.
Otro dato a resaltar es que ninguno de estos países han sido terreno fértil para las ideas de las doctrinas socialistas, todo lo contrario, todos aquellos rincones donde la idea socialista floreció han sufrido  el atraso tecnológico, la discriminación más salvaje  y la pobreza más profunda, sin mencionar que, es en esas sociedades donde la corrupción ha alcanzado los niveles de impunidad más grotescos e inmorales jamás pensados.   
En estos momentos, y para tristeza de la mayoría de los venezolanos, nuestra querida patria ocupa quizás un lugar preponderante en la lista de estos países, el atraso económico consecuencia de la destrucción del incipiente aparato productivo que habíamos logrado desarrollar después de la nacionalización del petróleo y el hierro, la estatización de las tierras productivas para convertirlas en conucos, donde la sustitución del arado mecánico por el machete pareció ser la consigna, la destrucción de un sistema educativo de calidad por una enseñanza mediocre e ideologizada en el comunismo, la sustitución del valor de la educación y el trabajo como vía para lograr el bienestar personal y de la sociedad, amén de el nivel de impunidad de los delitos de corrupción y de la corrupción “per se” del sistema de justicia, nos han llevado a la pérdida del nivel de vida alcanzado por la sociedad venezolana en los años 70, 80 y 90.
Los indicadores de pobreza siguen en los mismos porcentajes que hace
16 años, agravada la situación por la triste realidad de las colas para comprar los alimentos, productos de higiene personal, gasolina, materia prima para la construcción o desinfectantes sin dejar de mencionar insecticidas o insumos agrícolas y repuestos para vehículos, etc., hecho que nunca nadie pudo pensar que sucedería y mucho menos imaginar, que un país con tantas riquezas en el subsuelo, pudiera haberse convertido en una nación de mendigos a la fuerza.
Mientras que en el mundo entero todas las sociedades buscan alcanzar el desarrollo económico y permitir que sus ciudadanos desarrollen todas sus potencialidades intelectuales para así contribuir con el crecimiento del país, la infame Revolución Bolivariana ha hecho todo lo necesario para colocar obstáculos de todo tipo al deseo de los jóvenes de estudiar y formarse en el área de su interés, doctrinas ideologizadas, restricciones en la adquisición de divisas para formación profesional, desmantelamiento de las universidades autónomas a través de presupuestos deficitarios reconducidos por años y profesores con sueldos paupérrimos dan como resultado un sistema educativo que deja mucho que desear al compararlo con otras naciones, que en el mismo tiempo, han alcanzado importantes niveles de desarrollo en todos los aspectos antes mencionado.
Con mucho dolor y pena debemos reconocer ante el mundo que pasamos a ser un país donde las restricciones impuestas por el gobierno socialista imperante desde hace 16 años nos ha convertido en algo así como un caso de estudio de cómo se destruye un país y con él, el sueño de sus ciudadanos en tiempo record.
Hoy más que nunca los venezolanos estamos en la obligación de mantener y sembrar en los jóvenes la conciencia y la certeza de que lo que hoy vivimos los venezolanos es un mal sueño, un  remedo de país donde hasta la soberanía está prácticamente perdida, solo considerar que cada bocado de alimento es total o parcialmente importado y el combustible que usan nuestros vehículos comienza también a ser importado, esto da una sensación de debilidad  en el contexto global.
Mientras otros países donde la economía es diversificada comienzan a ver un futuro promisor, como consecuencia de la caída de los precios mundiales del petróleo nosotros enfrentamos un triste futuro debido a que esta revolución socialista no supo aprovechar la bonanza de los precios del petróleo para fomentar el desarrollo en otras áreas de la producción de bienes manufacturados y alimentos.
Sobre el tema de los precios del petróleo, quiero hacer una reflexión, el presidente ha salido en un desesperado intento a pedirle al resto de los países miembros de la OPEP que reduzcan la producción para afectar los precios del crudo en el mercado, estando consciente de que los precios han bajado abruptamente por tres factores principales: el primero, que en esta época del año los precios caen porque los países que enfrentan climas invernales ya han comprado el combustible necesario para hacer funcionar las calefacciones durante el invierno y que durante las variaciones de temperatura de primavera y verano no será necesario el combustible, por eso la demanda disminuye; segundo las energías alternativas se han desarrollado hasta un punto donde ya comienzan a ser rentables y competitivas;  tercero, otros países han comenzado a explotar más intensamente sus hidrocarburos inundando el mercado con una mayor oferta de combustible fósil.  Mientras tanto la revolución venezolana no ha sido negligente e incompetente para asumir los retos que los demás han abordado, algo que si ha hecho el gobierno ha sido despilfarrar el dinero en gastos suntuarios e improductivos y aumentar las cifras de las cuentas bancarias de una nueva clase social surgida de la combinación de la política mal concebida y el chanchullo oportunista de algunos comerciantes y empresarios inescrupulosos.
Hace pocos días vimos como ocurría lo que algunos esperábamos en la Asamblea Nacional, fueron ratificados en sus cargos los burócratas que mantienen a la revolución todavía sobre sus tambaleantes pies, amén de uno que otro enroque, no hubo escándalo, nadie protestó, unos pocos  comentarios en las redes sociales hicieron notar que ya a la población poco le importa lo que el gobierno hace o deja de hacer y eso no es un buen síntoma, quizás la gente está muy ocupada buscando lo mínimo que requiere para vivir en la cola de algún supermercado y no tiene tiempo de pensar en el futuro, o que la gente se ha acostumbrado, tristemente, a los abusos de poder de los militantes del PSUV en todos los espacios de poder secuestrados por las leyes habilitantes y las modificaciones a los reglamentos electorales.
Hoy en la víspera del 2015, debemos prepararnos a participar en el proceso electoral para la renovación de los diputados a la Asamblea Nacional, que más que significar un cambio inmediato del estado actual de las cosas, servirá para demostrarnos a nosotros mismos que somos más los que estamos descontentos con esta caricatura de gobierno que los que se sienten satisfechos con la repartición del botín que este les brinda, estoy convencido que el voto es la única herramienta que tenemos los demócratas para salir de un mal gobierno, pero también es necesario que los líderes demócratas den muestras en su conducta y en su discurso de cuál es el país que quieren construir y los venezolanos debemos aprender a elegir mejor a nuestros gobernantes, ya la lección nos fue dada, no es mejor gobernante el que más dinero reparte sino el que construye más posibilidades para que el pueblo salga adelante labrando su propio futuro.
Dr. Jesús Eduardo Fernández I.
@JesusEduardoFI

29/12/2014

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