martes, 8 de septiembre de 2015

El 6/D LA COLA SERÁ PARA VOTAR

 “Mañana no podre llegar temprano al trabajo porque tengo que ir a bachaquear” es una de las preocupaciones que tienen hoy los venezolanos, quienes se han visto obligados a romper sus rutinas diarias y de trabajo para dedicar una buena cantidad de horas y de energía para conseguir sus alimentos y productos de primera necesidad.
Pero ¿qué es bachaquear?, pues es el termino derivado del calificativo “bachaquero” con el que los maracuchos identificaron a todas aquellas personas que como bachacos movilizaban los productos de primera necesidad desde los locales comerciales ubicados en la frontera Venezolana hacia la hermana Colombia.
Esta actividad generada por la distorsión económica producto del control de precios y el control de cambios implementado por el gobierno nacional, como medida para paliar la grave crisis de la escases de divisas derivada de la caída de los precios del petróleo y la casi nula producción nacional de bienes de primera necesidad, generó que los precios del lado venezolano fueran ridículamente bajos comparados con los pecios del mercado colombiano a solo 500 metros de distancia.
Esta situación plantea de inmediato la posibilidad de un negocio, ilegal por supuesto, basado en el contrabando de mercancías a través de los caminos verdes hacia Colombia, para ser vendidos al pecio del mercado colombiano produciendo una ganancia para nada despreciable.
Una vez consolidado este negocio, el mismo fue creciendo al punto en que ya los bachaqueros no cruzaban la frontera por los caminos verdes y con fardos en la cabeza, sino que lo hacían por las vías y carreteras asfaltadas y transportando su mercancía en camiones bajo la mirada complaciente del Gobierno venezolano y el colombiano, y ya no solo por el Zulia, sino por el Táchira y hacia Brasil por la frontera con los estados Bolívar y Amazonas.
Es así como el gobierno bautiza como bachaqueros a todas aquellas personas que compran mercancías a precios regulados, haciendo largas filas como los bachacos, para luego venderlas al precio que marca la oferta y la demanda.
Pero ¿son bachaqueros todos los que hacen largas y prolongadas colas para comprar?, pues claro que no, hacen cola todos los venezolanos que con un sueldo mínimo tienen como única alternativa hacer la fila para comprar un pollo a ciento veinticinco Bolívares cada quince días, porque en una carnicería les costaría mil bolívares, hacen cola la mayoría de los venezolanos que tienen como ingreso fijo mensual siete mil bolívares para comprar cada quince días una bolsa de leche en polvo a sesenta cinco bolívares porque en el mercado del contrabando cuesta quinientos bolívares o más y así pare usted de contar, es así como todos sin excepción de estrato social, nos hemos visto obligados a hacer largas filas como los bachacos para comprar algún producto bien sea alimento o papel higiénico.
De esta manera es como el humor del venezolano, convirtió este termino con el que el gobierno pretendió estigmatizar a un grupo de personas (algo así como lo fue “escuálido”) en una consigna de protesta con la cual los venezolanos le decimos al Gobierno “tú nos convertiste en bachaqueros” “somos bachaqueros por causa tuya” y es así como en una cola se encuentran todos los venezolanos, los buenos, los malos, los que sufren y los que disfrutan, los que compran para comer y los que compran para revender.
Es así como la cola para comprar los alimentos es el mejor espacio para corroborar lo que dicen las encuestas, porque en ellas nos encontramos todos, si antes las plazas eran los espacios de encuentro y conversación ahora son las colas donde las mujeres son vejadas para comprar toallas sanitarias o pañales para sus hijos, donde los abuelos y las abuelas son abusados para poder adquirir los alimentos que la raquítica pensión del seguro social les permite comprar, en fin donde todos tenemos que sufrir la indignación de no poder soñar con un mejor país porque la urgencia de adquirir los productos básicos de primera necesidad nos agobia.
Hoy los análisis de la situación del país muestran una concordancia palpable con la realidad, 76,1% de los venezolanos no consVOTARigue o consigue poco de lo que busca, mientras que 89,7% de los venezolanos siempre o casi siempre consigue cola cuando va a comprar y más del 84% de los venezolanos cree que el país va mal.
La única manera que tenemos los venezolanos para producir un giro para mejorar, es cambiar a los que nos gobiernan lo más pronto posible, durante quince años consecutivos los que actualmente ocupan los cargos más altos, han mostrado que todo lo que ocurre es su absoluta responsabilidad y no han tenido ni capacidad ni voluntad de mejorar las condiciones de vida de los venezolanos, es por eso que el 6/D. todos tenemos una cita obligatoria para asistir a la única cola que vale la pena madrugar para hacer, será la cola para ejercer el voto para mayoritariamente cambiar a la asamblea nacional por una que verdaderamente se preocupe por nosotros y nos proteja de las locuras de Maduro y es por primera vez que el gobierno está en franca desventaja en relación a la alternativa democrática representada por los partidos y los candidatos de la MUD.
Según la encuestadora  Hercon (Parlamentarias): 70,7% votaría por la oposición y 25.5% por el oficialismo.
Hagamos realidad el cambio y salgamos todos a votar, si nos quedamos dormidos seremos responsables de la destrucción total de la patria, debemos convertirnos en activistas del voto y llevar a muchos a votar, es la única salida.
Todas las grandes dictaduras han terminado con el voto masivo de los ciudadanos, terminemos con esta.

Jesús Eduardo Fernández Iglesias.
@JesusEduardoFI
Dir. General Alcaldía de Mariño N.E.

08/08/2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario